Traducido del japonés por Gabriel Álvarez Martínez.
Tusquets Editores, 2011 (y en Círculo de Lectores, 2011)
874 páginas.
Cada uno se compone de 24 partes en los que va alternando la historia de la chica -Aomame- y la del chico -Tengo- de forma simétrica, como en una sinfonía (en palabras del autor) "que aspira a contener todos los elementos de nuestro mundo actual". Asimismo, cada parte cubre un período de tres meses: de abril a junio y de julio a septiembre, de 1984, en un equilibrio perfecto. La elección de este año no es casual sino un homenaje a Orwell que en su novela con este título intentó avanzar el futuro y definir una nueva realidad. Murakami se plantea questionar la realidad, ¿cuál es la realidad para cada cuál? ¿Hay dimensiones de la realidad accesibles sólo para unos escogidos? ¿Cómo intervienen las fuerzas del bien y del mal en esas dimensiones y cómo se cruzan e influyen entre ellas y en nuestras vidas? Estamos, entonces, ante una gran novela fantástica que se nutre de elementos y detalles reales, y que se ambienta en Tokio.
Aomame y Tengo son de la misma edad, tuvieron infancias desdichadas, en desacuerdo con sus padres, de los que se independizaron lo antes posible para vivir solos. Practican el sexo con desenvoltura pero sin amor porque mantienen puro, en sus interiores, aunque no lo sepan, el recuerdo del enamoramiento que entre ellos se produjo, y nunca se dijeron, a los diez años. Sorprende en Murakami el contraste entre el erotismo duro que practican sus protagonistas y describe con crudeza, y el romanticismo que albergan en sus corazones.
Aomame es profesora de artes marciales en un gimnasio y, además, una justiciera, una asesina profesional de hombres que han ejercido la violencia con las mujeres con tal crueldad que estima imprescindible eliminarlos de este mundo para que no puedan repetirlo.
Tengo es un profesor de matemáticas en una academia y, además, escritor que se presta al fraude, instigado por su editor, de reescribir una novela de una chica de 17 años para que gane un concurso y se convierta en best seller.
Así que ambos se encuentran al margen de la ley, practicando una doble vida que les conducirá a otra realidad, la de 1Q84, el mundo de las dos lunas, en la que volverán a saber el uno del otro pero sin capacidad de encontrarse, aunque sí de ser conscientes de su anhelo.
Murakami nos muestra el Tokio en el que habita, con autopistas colapsadas, estaciones de metro concurridas, una sociedad machista y tolerante con la violencia de género, con hombres de negocios fríos y mujeres independientes que acuden a los bares nocturnos, previsto para ello, en busca de una noche loca sin consecuencias, medios de comunicación hambrientos de sensaciones y un sector editorial aquejado de los mismos males que padecemos en Occidente. Y también nos muestra otra dimensión del Tokio actual, con bosques en los que habitan criaturas malignas, la Little People, con poderes especiales para imponer su visión del mundo. Por eso, en ocasiones, leyendo "1Q84" tenía la impresión de retornar a los cuentos de la niñez. La sordidez se mezcla con visiones oníricas, todo relatado con esa prosa ágil, precisa y armónica que caracteriza a Murakami y que tan bien nos ha llegado, imagino, a través del excelente trabajo de traducción de Álvarez Martínez.
En definitiva, he disfrutado con este libro y escribiendo esta reseña creo que lo he comprendido mejor. Quiero saber qué le pasa a Tengo en el tercer libro y a dónde quiere en definitiva conducirnos su autor.