"Si eres sincera con él, un diario sustituye a un psicólogo" | ||||||||
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María, esta es tu séptima novela publicada, obra que confirma una sólida carrera como escritora, ¿si miras hacia atrás, se han cumplido las expectativas que te trazaste al iniciar esta aventura literaria? Digamos que colma mis expectativas, pero no en su totalidad. Cuando empecé a escribir ni de lejos soñaba con que publicaría una séptima novela, ni que tendría muchos lectores que siguen mi obra y esperan con ganas nuevas entregas, algo que me satisface muchísimo. Tampoco pensé que ganaría un premio como el Ateneo de Sevilla, pero precisamente ese premio hizo que mis expectativas crecieran y a lo mejor no he alcanzado todo lo que soñaba tras conseguirlo. Pero bueno, tal vez lo logre algún día. Te jubilaste a finales del verano pasado, ¿tu nueva situación te ha permitido dedicarte a la actividad literaria con mayor intensidad? Sí, mucho, pero este incremento ha tenido también que ver con la circunstancia de la publicación de ‘Diario de una sombra’. El año pasado se reeditó ‘Babas de caracol’ y la promocioné como si fuera una novela nueva. Tuvo mucho éxito, pero yo llegaba exhausta por la noche a casa, porque me levantaba muy temprano para ir al trabajo y no paraba. Ahora, no, ahora me lo puedo tomar con mayor tranquilidad. Asisto a presentaciones, a clubes de lecturas, a entrevistas como esta, pero lo hago de otro modo, porque también me queda tiempo para descansar. Gracias a eso estoy disfrutando mucho más del trabajo realizado y de las emociones y sensaciones que he provocado. Además de escribir ficción, a través de tu blog, ‘Crónica de lecturas’, te asomas a la crítica literaria, ¿te interesa ese género? Hacer crítica literaria me aporta mucho. La vengo practicando desde hace bastantes años, no solo a través de mi blog sino también, de vez en cuando, en ‘Posdata’, suplemento cultural del diario ‘Levante’. Ejercer la crítica te obliga a leer con mucha atención, a detectar rápidamente los errores y los aciertos de una novela. No es lo mismo leer un libro tumbada al sol, que hacerlo con un bloc al lado para tomar notas. Yo soy autodidacta y la crítica ha constituido mi taller particular de literatura. Esta actividad, además, me permite estar muy al tanto de lo que escriben otros autores. En el título de tu nueva entrega, ‘Diario de una sombra’, ¿’sombra’ es sinónimo de pasado? No, más bien lo es de espectro, de fantasma. Se trata del diario de una muerta. Cuando por primera vez se lee el diario de Elsa, una de las protagonistas, ella ya no está. El diario se convierte en una amenaza para un personaje muy poderoso. En sus páginas, Elsa, que ya no es la mujer soñadora e idealista del principio, ha trazado un plan, que llevará a cabo su hijo, en el que exigirá justicia y venganza, dos conceptos que tienen importantes franjas de coincidencia. De repente, el pasado se le viene encima a Gonzalo Pradera, ¿una persona es responsable toda su vida de sus actos? Pradera comete un acto del que se olvida por completo y treinta años más tarde el pasado llama a su puerta sin esperarlo. Su pecado es la estrategia de engaños que urdió para olvidarlo y ocultarlo. De golpe, de repente, se dará cuenta de que se equivocó en su elección y se sentirá responsable de las consecuencias colaterales que acarreó su comportamiento. ¿‘Diario de una sombra’ forma parte del retrato de la España del siglo XX y XXI que has dibujado a lo largo de toda tu obra? Puede decirse que sí, porque ‘Babas de caracol’ recorría todo el siglo XX y terminaba en el año 2001 y esta novela digamos que profundiza en el periodo comprendido entre 1972 y 2005. De todas formas eso son interpretaciones que se hacen a posteriori, porque mi objetivo tampoco era ese, aunque sí es verdad que mis libros retratan a la sociedad española de todo ese periodo. Has escrito la novela en primera y tercera personas, ¿era un reto como escritora? Mientras escribes no te planteas si escoger una u otra personas para narrar es un reto literario o no, simplemente piensas que lo que llevas entre manos te lo pide. Elsa es una soñadora y lleva un diario donde anota sus vivencias. Un diario es un elemento muy importante porque, si eres sincera con él, y Elsa lo es, sustituye a un psicólogo. Es como una oreja a la que tú le vas contando todo lo que te preocupa. Pero la tramoya argumental requería algo más y por eso he utilizado también una voz omnisciente para narrar. Hablemos un poco de tu proceso creativo. Escribo rápido y corrijo despacio. La primera fase es parir el argumento, la historia. Después de una etapa preparatoria siempre surge una chispa, un runrún que te acompaña todo el día hasta que un día milagroso abres la tapa del ordenador y empiezas a escribir. Entonces compruebas que ese runrún toma cuerpo y se convierte en una fiebre que te embarga. Primero lo escribo todo, para que no se me escape ninguna idea. Eso me ocupa un año. Después paso otro año o más de trabajo artesanal de pulido y corrección. Corrijo mucho y también introduzco elementos nuevos. Finalmente, lo dejo reposar durante unos meses y acometo, sin prisa, la tercera fase, la de la última corrección. Algo que siempre llama la atención en las novelas de María García-Lliberós es el esmero que pones en los personajes y la facilidad que tienes para caracterizarlos y dotarlos de vida. Es cierto, los personajes me interesan mucho, sobre todo su profundidad psicológica, escarbar en ellos, en su vida, ver por qué actúan de una forma determinada y no de otra… Para construirlos utilizo todo lo que tengo a mi alcance en el sentido más amplio del término: mi experiencia vital, amorosa y también laboral, porque mi trabajo me ha permitido conocer a mucha gente. Además soy muy observadora y no me creo las apariencias. Muchas veces pongo en duda aquello que la gente dice ser y me pregunto qué es lo que se esconde detrás de cada persona. Algunos de mis personajes son inventados, pero otros surgen porque algún ser real me los evoca. ¿Quizá de todos los elementos de la novela, quienes más te preocupan son precisamente los personajes? No, no, de la novela me preocupa todo. Pretendo que cuando el lector comience a leer se interese por lo que yo le voy a contar. Aunque pueda narrar algo que parezca completamente irreal, quiero lograr que el lector no lo ponga en duda. Los personajes han de resultar creíbles y su comportamiento ha de ser completamente coherente con el perfil y el carácter que les he imprimido al crearlos. Por eso resulta tan importante incluir datos ciertos en una historia inventada, porque aportan realismo y verosimilitud. Tampoco puedo olvidar los diálogos que dan agilidad al relato. Me gusta que el texto se lea con fluidez y que el lector se imagine las escenas en su cabeza con facilidad, que la lectura le resulte muy visual, muy cinematográfica por usar un término actual. En resumen, para que una novela sea redonda todos sus elementos han de funcionar bien. En ‘Diario de una sombra’ aparecen varias ciudades: Madrid, Lucerna, Valladolid… y también Londres e Inglaterra. ¿Inglaterra llega a convertirse en un personaje más de la novela? Inglaterra desempeña un papel importante y probablemente sí pueda considerarse como un personaje más. Elsa vive su temporada inglesa como en una nube de romanticismo, de irrealidad, un tiempo hermoso. Pero eso termina en 1972 e Inglaterra desaparece y se convierte en un recuerdo. Ese año yo estuve en Londres y los lugares que aparecen en la novela los he extraído de mi propia realidad. Algunas cosas que cuento son absolutamente verídicas, transformadas con un baño de ficción. ¿Qué significaba para un joven de tu generación Londres en 1972? Londres era entonces un lugar mítico que estaba a la vanguardia de todo: la música de los Beatles, la filosofía que envolvía la ciudad, era una urbe multirracial en la que tropezabas con todo tipo de individuos y donde se respiraba una libertad que aquí no había. En España vivimos los últimos años del dictador, el TOP todavía estaba en pleno funcionamiento, se produjeron los últimos fusilamientos y el asesinato de Carrero Blanco. Pero al mismo tiempo nos dimos cuenta de que en el extranjero ocurrían escándalos como el Watergate, o sea que la corrupción existía también en sistemas que añorábamos y envidiábamos. La verdad es que resulta una época muy novelesca. Los personajes de Gabriel y Elsa son prototipos de aquella generación, que luego se traicionó un poco, porque abandonó sus ideales ante los deseos de lograr el éxito a toda costa. Citabas antes a la verosimilitud, que parece la palabra clave en toda obra de ficción, ¿no? Cuando en la primera página de un libro escribes la palabra novela, ya le estás diciendo al lector que lo que hay allí es una gran mentira. Pero lo importante, como dijo Vargas Llosa, es que una novela es una gran mentira que contiene muchas verdades. Pero eso no quiere decir que no aproveches cosas reales para incluirlas. Al hacerlo, transformas una realidad en otra que es imaginaria y que le vendes al lector. Una novela es una mentira que podría haber sido una verdad. Acabamos por hoy, ¿llevas ya algún nuevo proyecto entre manos? [Risas] Sí y, además, lo tengo muy avanzado, en la última fase de corrección. Se trata de una novela diferente a las anteriores y creo que bastante divertida. Se puede encontrar también en el blog El eco de las voces con otras fotos. | ||||||||
miércoles, 30 de diciembre de 2015
Entrevista en diariosigloXXI.com sobre los secretos de "Diario de una sombra"
viernes, 18 de diciembre de 2015
martes, 15 de diciembre de 2015
"El hombre que amaba a los perros", de Leonardo Padura
Tusquets Editores.
Colección Max (bolsillo).
Junio 2015 (12ª edicion)
765 página.
10,95 € en papel; 6,99 € en ebook.
Colección Max (bolsillo).
Junio 2015 (12ª edicion)
765 página.
10,95 € en papel; 6,99 € en ebook.
A través de tres líneas narrativas
que van entrecruzándose, la novela se adentra en las vidas y personalidades de Leon
Trotski durante la última década de su vida, o desde que fue expulsado de la
Rusia soviética, las de Ramón Mercader, su asesino, y las de Iván, el narrador,
un escritor cubano frustrado por la política censora del régimen castrista. La novela es mucho más que esto: es un ajuste de cuentas a los
regímenes comunistas, del de Stalin fundamentalmente, y una crónica del
envilecimiento de un sueño utópico que no contaba con la maldad existente en
los seres humanos. También es una descripción magistral, de unas sociedades
sometidas a unos gobiernos que han sustituido la capacidad de convencer por el
uso arbitrario de la represión violenta y han convertido al terror en la
auténtica autoridad.
Especial interés tiene el diseño de
los personajes. Entre ellos, Caridad del Río, la madre de Ramón Mercader, y África, la mujer
de la que se enamoró. Ambas muestran unos perfiles semejantes. Son
fanáticas y están dispuestas a poner su vida al servicio del partido y sacrificar sus sentimientos. No permiten la flaqueza de sus compañeros, ni que
se dude de las decisiones adoptadas por Stalin, aunque no las comprendan ni las
compartan. Fueron las forjadoras de la primera personalidad de Ramón Mercader,
haciendo de un hombre débil un militante entregado, y las responsables de dirigir su
voluntad hacia la entrega total a la causa, con la expectativa quimérica de
evitar el miedo a la madre y merecer el amor de África.
Otro personaje impagable es Tom o
Kotov, el mentor y jefe de Mercader, un cínico empedernido porque él sí sabía
lo que estaba ocurriendo, los juicios sumarísimos amañados, las ejecuciones de
cualquiera que pensara por su cuenta, aunque también fuera consciente de la
imposibilidad de salir con vida de una renuncia que jamás sería admitida por la
cúpula estalinista.
El proceso de transformación de Ramón
Mercader en el soldado número 13 y, luego, en el belga Jacques Mornard destinado a llevar a cabo el asesinato de Trotski, incrustándole un piolet de alpinista en
el cráneo, es estremecedor, de gran profundidad sicológica y una de las partes
más interesantes de la novela.
Respecto a Trotski, el relato toma la
forma de crónica de su enfrentamiento con Stalin y las consecuencias del
ensañamiento de éste en su proceso liquidador de su figura como ideólogo, su
prestigio y su huella revolucionaria, incluyendo la eliminación física de
miembros de su familia. El texto se introduce con amabilidad en el entorno familiar de Trotski, muestra su lucidez
respecto al análisis de la política internacional, pero Leonardo Padura menciona muy de pasada los crímenes que Trotski cometió al comienzo de la revolución. Algo que Trotski no olvida al
reflexionar si no sería víctima de los métodos revolucionarios que él aplicó.
El hombre que amaba a los perros es un libro que interesa mucho y que está escrito con una
prosa maravillosa, aunque a algunos lectores les resultará demasiado largo. Las
páginas de la segunda parte en Moscú, cuando Mercader vive allí y se reencuentra
con Tom, se hacen pesadas y aportan poco. Sin embargo, hay algo que el libro no
explica y es importante: ¿cómo consigue Ramón Mercader salir de la URSS y
recalar en La Habana?
Este pequeño reproche no empaña que nos
encontremos ante una novela excelente, que descansa en una estructura compleja y bien trabada, que toca más temas no mencionados en esta
reseña de espacio limitado, y que pide una lectura atenta y sin prisas.
María García-Lliberós
viernes, 11 de diciembre de 2015
"Diario de una sombra" en la radio
Entrevista con el periodista Miquel Martínez, de RNE, emitida el 30.11.2015.
Entrevista con la periodista Silvia Soria, en COPE valencia, el 08.12.2015.
Entrevista con la periodista Silvia Soria, en COPE valencia, el 08.12.2015.
Entrevista en LEVANTE TV sobre "Diario de una sombra"
Entrevista con la periodista Verónica March,
en el programa "Artefact" de LEVANTE TV,
emitida el 4 de diciembre de 2015,
con ocasión de la aparición de la novela
DIARIO DE UNA SOMBRA (Editorial Sargantana)
La escritora Isabel Barceló valora "Diario de una sombra"
Isabel Barceló Chico hizo ayer (10.12.2015) la presentación de la novela Diario de una sombra, (Editorial Sargantana) en la librería Ramón Llull de Valencia. Fue un acto entrañable, con buena participación del público asistente. La intervención de Isabel, una vez más, incisiva, resultado de una mirada de lectora que va siempre más allá de la apariencia, ponderada y seductora.
Isabel Barceló es autora de las novelas Dido, Reina de Cartago (Es Ediciones,2009) y La muchacha de Catulo (Ediciones Evohé, 2013) y el delicioso relato Tope secreto. El secuestro de la luna (2012 en edición electrónica Amazon).
Isabel Barceló y María García-Lliberós, en librería Ramón Llull, el 10.12.2015 |
LAS PALABRAS DE ISABEL BARCELÓ
Lo cito, precisamente, porque, en mi
opinión, “Diario de una sombra” viene a
completar y culminar el fresco social del siglo XX que era Babas de caracol, con un matiz importante: el marco social de esta
novela arranca en la España de los años 70, en una sociedad que está ya
psicológicamente en tránsito hacia la democracia, una sociedad con signos
aperturistas, que aquí vemos encarnados especialmente en los jóvenes, quienes
se asoman al exterior, sobre todo a Europa, con nuevas aspiraciones,
perspectivas e ilusiones; pero, como es lógico, esa sociedad en transformación tiene
todavía pesados lastres y actitudes de intransigencia con los que es casi
inevitable chocar. Sin embargo, ese tapiz de fondo, reconocible para la mayor
parte de quienes estamos aquí, ya no puede servir de excusa, ni de
justificación, ni siquiera de explicación, de las conductas individuales que se
retratan en esta novela. Los protagonistas principales, Gabriel y Elsa, no
pueden escudarse en las dificultades propias de su tiempo; no pueden decir “el
mundo me ha hecho así”. Muy al contrario, sus conductas obedecen a actos de
voluntad, actos conscientes, no arrastrados por las circunstancias aunque las
circunstancias los puedan favorecer.
Ese es el nervio
principal de la novela: la responsabilidad individual, la trascendencia que
tienen nuestras acciones tanto en nuestras vidas, como en las vidas de otras
personas, en las de todas cuantas nos rodean. El foco de la escritora, pues,
está colocado como un potente reflector sobre los personajes, su historia y su
contexto familiar, sus conductas, sus motivaciones y, desde luego, sobre las
consecuencias de sus actos.
A medida que nos adentramos en las
personalidades y las existencias de Gabriel y Elsa, de Manolita, de Gonzalo y
Cristina, se van perfilando dos realidades o, mejor dicho, dos motores de la
vida muy distintos entre sí aunque confluyan en el tiempo y, me atrevo a decir,
en todos los tiempos: uno de esos motores es el amor, el deseo de amar y ser
amado, el respeto al otro; el otro motor es la codicia, el ansia de posesión de
dinero y prestigio y su correlato de éxito social, a los cuales se sacrifica
todo.
“Diario de una sombra” es una novela
que se lee deprisa, con fruición. Con una prosa ágil en la que se combinan el
pasado y el presente, las voces de la memoria y, en contraposición, la palabra fresca
de Elsa, quien a través de su diario y de sus cartas se desnuda ante sí misma,
las algo más de 300 páginas de la novela se hacen cortas, lo cual es señal
innegable del interés que suscita su lectura.
María García-Lliberós ha logrado con
esta novela superar sus obras anteriores, no solo por la calidad literaria, que
ya era muy alta, sino porque deja constancia de un trascendente cambio social
del que, quizá, no todo el mundo es plenamente consciente. Yo me atrevería a
resumirlo así: la libertad no era gratis.
En fin, recomendando vivamente la
lectura de esta novela, creo que ya ha llegado el momento de que escuchemos a
la autora que es, en definitiva, quien
más y mejor nos puede iluminar sobre este “Diario de una sombra”. Enhorabuena,
María, por esta estupenda obra y gracias
a vds. por su atención.
Isabel Barceló.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Sara Mur Estada analiza "Diario de una sombra"
Sara Mur es economista y lectora empedernida. En la biblioteca municipal de El Puig (Valencia) hizo la presentación del coloquio sobre la novela Diario de una sombra de María García-Lliberós (Editorial Sargantana, 2015). Un resumen de sus palabras se transcribe a continuación.
Después de Babas de caracol (2006 y 2014), una obra de madurez e indudable éxito, y de Lucía o la fragilidad de las fuertes (2011), una historia intimista en la que la amistad es un sentimiento permanente en la novela, aparece Diario de una sombra, a mi juicio, su novela más redonda. Y lo es por varias razones:
- Convierte una historia sencilla y no escesivamente novedosa en un complejo puzle de sentimientos que integra varias historias.
- LOS SENTIMIENTOS: la novela aborda el amor apasionado, la inocencia, la ambición, el desengaño, la soledad, la culpa, el arrepentimiento, la necesidad de justicia y de venganza, la imposibilidad de volver atrás pues el tiempo fluye en una dirección, los errores y sus consecuencias.
- LOS TIEMPOS. El relato transcurre en dos etapas importantes: el período que va de 1972 a 1985, final del franquismo y comienzo de la democracia, y la actualidad, hasta 2004, últimos años del rápido crecimiento económico e inmobiliario, previo a la crisis. Dos momentos significativos para la sociedad española por los cambios en cuanto a libertades y derechos.
- LOS ESCENARIOS. Madrid, Londres, Valladolid, Valencia y Lucerna son las ciudades de la novela, descritos con la precisión de quien estuvo allí.
- LOS PERSONAJES. La verdadera protagonista es una mujer que ya no vive, es una sombra, pero maneja la trama y provoca el desenlace, la que anhela justicia y venganza. Pero hay otros protagonista y otros personajes entre los que se tejen los sentimientos de los que les hablaba antes. La evolución psicológica de cada uno de ellos está perfectamente descrita.
-LA ESCRITURA. Con un lenguaje muy cuidado, frases bien estructuradas y sin florituras despistantes. Los saltos en el tiempo se suceden con comodidad para el lector, sin perder el hilo del relato, bien definidos y con distinto formato: el primer período adopta la forma de un diario y cinco cartas, mientras la época reciente está relatada en tercera persona.
Por todas estas razones les recomiendo este libro. María hizo un buen esfuerzo y disfrutó escribiéndolo, porque es el libro que a ella le gustaría leer. Lo he leído de una tirada porque engancha y, francamente, me ha gustado.
Sara Mur.
viernes, 4 de diciembre de 2015
Ana Noguera opina sobre "Diario de una sombra"
Ana Noguera, miembro del Consell Valencià de Cultura |
El análisis que hizo Ana Noguera ayer (03.12.2015), en la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Valencia, en el acto de presentación de la novela Diario de una sombra, fue excelente. Se transcribe a continuación un resumen elaborado por Ana que anima a sumergirse entre las páginas de la novela.
DIARIO DE UNA SOMBRA
María García-Lliberós
Con una
narración cuidada y muy trabajada, María consigue un manejo extraordinario de
las descripciones, tanto de paisajes o escenarios, como las psicológicas
retratando la profundidad de los personajes. Pero también nos muestra los
valores culturales y morales, estableciendo una dialéctica entre el individuo y
la sociedad. La novela es un puzle de sentimientos: el amor, el desengaño, la
traición, la decepción, la inocencia, la soledad, la culpa, pero sobre todos ellos,
la ambición de poder.
Tiempo y
espacio son dos conceptos básicos en la novela de María que le confieren
realismo, credibilidad y una gran coherencia para comprender por qué actúan sus
protagonistas y lo que les sucede.
Resulta
sorprendente que la protagonista ausente, Elsa, una de las “frágiles” mujeres
que la autora convierte en una heroica superviviente, sea quien consigue
ejercer la venganza y la justicia a partes iguales.
María García-Lliberós
es una gran novelista. Disfruta cuando escribe; pero también es una gran
observadora de la condición humana, de cómo somos las personas, de nuestras
reacciones ante conflictos y de la influencia de la sociedad. Como diría Ortega
y Gasset, “soy yo y mis circunstancias”, María retrata tanto al personaje como
su entorno social y cultural.
Ana Noguera.
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