domingo, 11 de marzo de 2012

"Espiral de espejos", de Rosa Pastor


"Espiral de espejos", de Rosa Pastor.
Ed. El Nadir, Valencia, 2011.
88 páginas.

Con este libro, una colección de doce relatos breves que saben a poco, suficientes para apreciar la calidad de una prosa trabajada, se presenta en sociedad como escritora Rosa Pastor Carballo (Alicante, 1947). La publicación le coincide con un momento dulce pues acaba de ganar, con “La sopa” (no incluido en el libro que comentamos), el II Premio de Microrrelatos Museo de la Palabra, convocado por la Fundación César Egido, seleccionado por un jurado de prestigio, entre más de 15.000 textos concurrentes, y dotado con 10.000 $.
Existen elementos comunes entre los relatos que permiten definir el imaginario de la escritora, influenciado por su formación como psicóloga, lo que le lleva a una observación de la realidad desde lo más profundo del yo, y por su condición de mujer preocupada por las desigualdades, traducidas a desventajas, anexas al género. El uso de la primera persona verbal concreta el punto de vista del narrador y otorga al texto un carácter testimonial que hace creíbles unas historias que caminan por la frontera entre la literatura fantástica y la realista. La vuelta desde la inconsciencia a la consciencia, o el tránsito inverso hacia la muerte o la locura, la extrañeza del propio cuerpo, contemplado como prisión del espíritu o, por el contrario, como reconocimiento e instrumento para recuperar la identidad, los sueños o espacios en los que aflorarán las frustraciones o en los que pueden ser superadas, constituyen el mundo de ficción por el que se mueve con soltura la fantasía de Rosa Pastor.
Unos cuentos que no son ajenos a la crítica del mundo actual –el consumismo y la posesión de objetos desplazando la palabra y la comunicación entre las personas; el cambio climático y la pérdida de color de las ciudades abocadas a un paisaje urbano apocalíptico; la inferior relevancia de la mujer desde el nacimiento y durante el proceso de aprendizaje dirigido a aceptar la sumisión como algo natural; la huida de la realidad, incluso, la auto marginación como escape de un entorno que se percibe hostil; la desesperanza consecuencia de las frustraciones; la locura y el miedo a la soledad-, si bien ésta se encuentra elíptica entre una prosa poética e imágenes oníricas que se hacen hueco con gusto en la mente del lector.
En el fondo Rosa Pastor nos anima a adoptar una nueva mirada sobre el mundo y una nueva actitud para permanecer en él sin dejarnos arrastrar por la marea de disparates que caracterizan el siglo en que vivimos.
“La buscadora de otoños”, “La puerta”, “La casa de los rincones” y “El agujero” son los que más me han gustado.

María García-Lliberós.

Reseña publicada en POSDATA, el suplemento cultiural de LEVANTE-EMV, el 09.03.12.

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