Vicente Molina Foix es un estupendo novelista (ahí está "El abrecartas", publicada por Anagrama en 2006 como botón de muestra) y un intelectual al estilo renacentista, capaz de aproximarse y arriesgar en cualquier disciplina artística. Es también poeta, dramaturgo, cronista de viajes (su última aportación a la revista El Viajero de El País sobre Jordania era fascinante), colaborador de prensa y, además, guionista y director de cine. El dios de madera es su segunda película. Tuve la fortuna de poder asistir a un pre estreno en Valencia la semana pasada. Disfruté mucho porque la película está rodada en esta ciudad, que es la mía, tratando los escenarios urbanos escogidos (barrio de la Seu, la moderna Ciudad de las Ciencias) con enorme cariño e ironía. Además, las cuatro historias que cuenta y entrelaza tienen carga emotiva, son literarias, reflejan con acierto la soledad del individuo en el mundo moderno, la insatisfacción de los españoles con una rutina sin afectos y la de los inmigrantes ilegales, nostálgicos de los suyos y dispuestos a lo que sea por conseguir la integración. La relación que se forja entre una viuda próxima a los sesenta y todavía de buen ver, su hijo gay, un negro senegalés atractivo y bonachón, y un vivales marroquí, es, ciertamente, singular, muy rara aunque posible, en la que cada uno, a su manera, da y recibe en una instrumentalización mutua a varias bandas, consentida, generosa y egoísta que da pie a escenas de gran dramatismo y a otras cómicas.
Me acompañó mi sobrino, un chaval de 16 años, cinéfilo empedernido que, precisamente , quiere ser director de cine. Me gustó después hablar con él de la película, le pedí una opinión y me la envió por escrito. La reproduzco aquí porque contar con un crítico cinematográfico tan joven es un lujo para este blog.
Yo les sugiero que vayan a ver la película al cine.
María
"El dios de madera".
Director y guionista: Vicente Molina Foix. Intérpretes: Marisa Paredes, Jacobo Echevarría, Madi Diocon, Soufiane Ouaarab. Drama, 2010.
El segundo film de Vicente Molina Foix, después de Sagitario, contrapone la lucha de dos jóvenes inmigrantes ilegales por sobrevivir en nuestro mundo, con la cómoda y frustrante vida de una viuda burguesa y su hijo homosexual. Resalta la disección de la doble moral de cada uno de los personajes, todos con un lado oscuro que, en apariencia, es más visible en los protagonistas españoles, buscadores de afecto, que por parte de los imigrantes, aferrados a esa relación con la madre y el hijo como vía de obtener documentos de residencia. Marisa Paredes sostiene la película, tanto con sus dramáticos primeros planos como con su sentido del humor naturalísimo, y consigue situar la relación con el negro senegalés por encima de la manida aventura señora mayor con joven en dificultades. Entre los actores destaca Soufiane Ouaarab, el marroquí bisexual que mantiene una relación con el hijo. Sus apariciones son una bocanada de aire fresco para un film que más de uno calificará de transcendental y serio, porque ayudan a rebajar la tensión. La película, de 116 minutos, adolece de exceso de metraje y, compactándola, obtendría una agilidad que agradecería el espectador. En definitiva, un film con peso que no no se queda en lo superficial y ahonda en unas vidas que, estando a nuestro lado, vemos de lejos y de las que apenas conocemos nada en absoluto.
Víctor Devesa García-Lliberós *
Director y guionista: Vicente Molina Foix. Intérpretes: Marisa Paredes, Jacobo Echevarría, Madi Diocon, Soufiane Ouaarab. Drama, 2010.
El segundo film de Vicente Molina Foix, después de Sagitario, contrapone la lucha de dos jóvenes inmigrantes ilegales por sobrevivir en nuestro mundo, con la cómoda y frustrante vida de una viuda burguesa y su hijo homosexual. Resalta la disección de la doble moral de cada uno de los personajes, todos con un lado oscuro que, en apariencia, es más visible en los protagonistas españoles, buscadores de afecto, que por parte de los imigrantes, aferrados a esa relación con la madre y el hijo como vía de obtener documentos de residencia. Marisa Paredes sostiene la película, tanto con sus dramáticos primeros planos como con su sentido del humor naturalísimo, y consigue situar la relación con el negro senegalés por encima de la manida aventura señora mayor con joven en dificultades. Entre los actores destaca Soufiane Ouaarab, el marroquí bisexual que mantiene una relación con el hijo. Sus apariciones son una bocanada de aire fresco para un film que más de uno calificará de transcendental y serio, porque ayudan a rebajar la tensión. La película, de 116 minutos, adolece de exceso de metraje y, compactándola, obtendría una agilidad que agradecería el espectador. En definitiva, un film con peso que no no se queda en lo superficial y ahonda en unas vidas que, estando a nuestro lado, vemos de lejos y de las que apenas conocemos nada en absoluto.
Víctor Devesa García-Lliberós *
*Director del corto "Otro punto de vista", en http://www.youtube.com/watch?v=maDM0lyyFGg
Estuve en el preestreno y comparto totalmente tu opinión, sólo añadiria que el tiempo narrativo de las primeras escenas me parece algo forzado, luego la historia se apodera de todo y se corrige hasta lo increible.
ResponderEliminarVíctor, la película tiene 109 minutos, según me asegura su director. Lo de los 116 minutos es un error de los distribuidores. Otra cosa es que a ti te haya parecido algo larga.
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