miércoles, 18 de octubre de 2017

"Basada en hechos reales", de Delphine de Vigan


Traducción de Javier Albiñana.  

Ed. Anagrama, 2016
342 páginas.
19,90 € en papel.

Estamos ante una novela que interesa desde la primera página a la última, porque nos habla de literatura, además de desarrollar una trama de intriga sustentada en el pulso mantenido entre dos mujeres.   

La novela estructurada en tres partes –Seducción, Depresión y Traición- está contada en primera persona por D, una escritora que muestra un período de su vida marcado por una crisis creativa tras el enorme éxito de su última novela (que aunque no la menciona, se refiere a Nada se opone a la noche) en el que tiene lugar la aparición de L, una mujer fascinante, segura de sí misma, bella, que se gana la vida como negra literaria, esto es, escribiendo libros que se publicarán con el nombre de cualquier celebrity como autor. L tan sólo dejará su identidad con una señal que no la sacará jamás del anonimato.
El debate sobre literatura se concreta en la opción (falsa) entre realidad y ficción. L quiere que vuelva a escribir sobre hechos reales y experiencias vividas, pero D, que está recibiendo cartas anónimas amenazantes de algún pariente, quiere huir de ello y busca temas alejados de su vida, lo que irrita a L, que le exige que vuelva al libro oculto en su última novela, el libro fantasma, más arriesgado aún, del que habló en una entrevista hecha antes de la aparición de ésta, cuando desconocía el alcance de su repercusión. “Los lectores esperan de la literatura lo verdadero, lo auténtico, quieren que les cuenten la vida. La literatura no debe equivocarse de territorio” (página 78). “La escritura debe ser una búsqueda de la verdad, si no, no es nada. Si a través de la escritura no intentas conocerte, hurgar en lo que llevas dentro, abrir tus heridas, rascar, si no pones en tela de juicio tu persona, tu origen, tu medio social, eso no tiene sentido” (página 80). “Tus personajes han de tener un vínculo con la vida, existir al margen del papel” (página 103). A través del diálogo entre las protagonistas, muestra al lector sus dudas respecto a su propia trayectoria literaria y el camino a seguir en el futuro.
La intriga, e incluso el terror, se sustentan en el desarrollo de la relación personal entre las dos mujeres. ¿Es casual la aparición de L en la fiesta en la que se conocen? Interesante el proceso de seducción de L sobre D. L es una mujer con gran fuerza interior que ha leído todos los libros y entrevistas de L, que conoce su entorno familiar -que tiene dos hijos gemelos de un anterior marido, y un amante que le proporciona estabilidad afectiva- y que para L es un estorbo para sus planes. Pero, ¿cuáles son éstos?, porque parece obvio que L ha llegado con una estrategia y objetivos claros. L aprovecha la debilidad de D, su bloqueo creativo, su pánico, para, poco a poco, hacerse insustituible en la vida de D, aislarla de sus amigos, resolverle todos los problemas, hasta llegar, incluso, a que ésta acepte suplantar en público su personalidad. 
Basada en hechos reales es una novela que nos habla del apoderamiento de la voluntad de una persona por otra y la forma de conseguirlo, de la relación de dominio entre una pareja de amigas hasta lograr el sometimiento mental de una a la otra. Ello requiere el diseño perfecto de unos personajes con profundidad psicológica, la dosificación del relato aportando al lector los datos que van nutriendo hipótesis de futuro y que van envolviendo a L en una nube de sospechas. Magnífica por ejemplo, e ingeniosa, la fiesta de cumpleaños de L a la que no acude ninguno de los invitados, a excepción de D, y cuya ausencia asocia a la misteriosa muerte de su marido años atrás. L alimenta el misterio en torno a su persona. Se reinvente a sí misma a través de un relato sobre sí misma que incluye la condición de zurda de L que desaparece en momentos claves a la observación de D, o el adelanto del fin violento de la relación, o el mimetismo de L hasta convertirse en su doble. “Pensé que L había percibido mi punto de demencia y yo el suyo. Por otra parte quizá fuera siempre eso, un encuentro ya sea amistoso o amoroso, dos demencias que se reconocen y se cautivan” (página 131).
Es obvio que el desbloqueo de la escritora lo consigue con la idea de escribir sobre L, un personaje real, y el resultado es Basada en hechos reales y aquí surgen múltiples preguntas que nos hacen pensar que la autora ha jugado con nosotros, aunque no me ha importado porque me ha divertido. ¿Ha existido L? ¿Es un personaje vinculado a la realidad o vinculado a otros personajes de ficción, de otros autores? ¿Ha escrito L esta novela? ¿Ha sido L la negra literaria de Delphine de Vigan? ¿Es Basada en hechos reales una ficción cien por cien? Lo que sí está claro es que es pura literatura y el debate es inútil porque la realidad, si es la fuente de inspiración, debe ser reinterpretada, transformada según la mirada y el punto de vista del narrador, y eso es una forma de ficción.
Una novela muy cinematográfica (Román Polansky la está llevando al cine) e interesante que recomiendo sin dudar.


María García-Lliberós

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