domingo, 12 de febrero de 2012

"Discordancias", de Elena Casero


Ed. Talentura, 2011.
157 páginas.


El relato corto goza de buena salud y como muestra, valga este libro que reúne 19 que van desde la media página hasta las veinte, el más largo. Ha sido lo primero que leo de Elena Casero, escritora valenciana (1954) que posee tres novelas publicadas con anterioridad y aborda ahora el género breve.
Enseguida llama la atención su prosa, culta y sencilla, suelta, limpia de adverbios, sin abusar de adjetivos, con ritmo, que se adapta bien a situaciones trágicas, humorísticas, o incluso fantásticas, algo que genera de inmediato una buena disposición del lector hacia las historias que nos cuenta. Éstas, en general, resultan imaginativas, mordaces, con cabida para la ironía y la reflexión desde la lucidez y el escepticismo.
La mayoría de los relatos están contados en primera persona, ya sea hombre o mujer, y aunque resultan adecuados a todos los lectores, la temática que se aborda gira en torno a las preocupaciones de las féminas en su vida cotidiana. La incomunicación o ignorancia del otro en las parejas estables, la convivencia por inercia como fuente de insatisfacción hasta que algo, en apariencia nimio, puede hacer que salte por el aire.
La muerte es otro asunto que sobrevuela en el imaginario de Elena Casero. Destaco el relato “Teoría del suicidio”, en el que a partir del aforismo de Cioran –vivir es ir perdiendo terreno- la autora construye un cuento intenso, tal vez el mejor del conjunto, introspectivo, con hondura de pensamiento, sobre la felicidad, la infelicidad y sobre la lógica de las bondades del suicidio, decisión personal de la que no hay que dar cuenta a nadie.
“El pañuelo de hilo”, relato de media página que consigue el efecto de una bofetada en pleno rostro, refleja la crueldad humana y las contradicciones derivadas de nuestra sensibilidad. En “La niña Flora” un narrador masculino recrea su primera visita a un burdel. Entre metáforas poéticas y realidad de bragueta, la autora, con osadía, se mete en el interior de los sueños varoniles. En “Lentejuelas y carmín”, segunda parte más lograda de “La mancha”, nos describe la sensación de irrealidad que llega cuando se comprende el sinsentido de una vida junto a los que creías tuyos y muestra que la nostalgia, de madre o de cariño, puede provocar insospechadas afinidades afectivas.
Estamos ante un libro variado y sutil, que no decepciona y una autora, Elena Casero que, con él, abre expectativas positivas respecto a su futuro literario.

María García-Lliberós

Reseña publicada en POSDATA, suplemento cultural de LEVANTE EMV, el 17.02.2012

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu reseña, María.
    cuando toque ya llegará a Posdata pero me ha hecho mucha ilusión leerla antes.

    Un abrazo. Ya la he publicado.

    Elena

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  2. Coincido con tu valoración, maría. El libro de Elena Casero da mucho para pensar y para disfrutar. Enhorabuena a la autora. Besos.

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  3. Un libro que, a las pocas páginas, te agradece su lectura.

    Raúl.

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  4. Guapísima! :)
    Es bonita la reseña
    Besos

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