martes, 9 de agosto de 2011

"Purga", de Sofi Oksanen

Círculo de Lectores, 2011 (Ed. Salamandra, 2011).
357 páginas.

Tenía ganas de leer una novela que me mantuviera hipnotizada desde la primera de sus páginas y “Purga” lo consigue. Por eso, comienzo esta reseña recomendándola con entusiasmo. Hay muchos elementos destacables en este libro.
La acción transcurre en un pueblo del oeste de Estonia, entre 1936 y 1992, cinco décadas largas en las que los estonios pasaron de ser un país libre a uno ocupado, primero, por los alemanes, entre 1939 y 1944, durante la Segunda Guerra Mundial y, después, por los rusos que la convirtieron en República Socialista Soviética de Estonia, hasta 1991 para, finalmente, ser de nuevo una nación libre. Períodos de paz que se alternan con situaciones bélicas y con etapas de ocupación provocando enormes fracturas en el cuerpo social. Lo interesante de esta novela es el análisis de las consecuencias de esta sucesión de acontecimientos desde el interior de una familia, los Tamm, con dos hijas, Ingel y Aliide que, al mismo tiempo que sufren atropellos y vejaciones de los regímenes invasores, sabrán valerse de ellos, al menos Aliide, para instrumentalizarlos a favor de sus sentimientos, ejercitar venganzas o desahogar su odio.
Aliide Tamm, convertida en Aliide Truu, al casarse con un miembro de la clase dirigente comunista, va a convertirse en el eje del relato. Una mujer de carácter feroz, de fuertes pasiones reprimidas, de mentalidad fría y un tanto enfermiza, con capacidad de resistencia y de planificación, que someterá el curso de su existencia a su obsesión por Hans Peek, su cuñado. Pero en esta narración, inmersa en una sociedad en la que cada vecino se ve obligado a ejercer de espía, nadie es lo que parece y eso es lo que la hace fascinante.
La estructura de la novela ofrece complejidad y solidez. Son constantes las vueltas a atrás y los cambios de perspectiva narrativa. La otra protagonista es Zara Peek, una joven rusa atrapada en una red de traficantes de mujeres que, en su huida de la misma, acabará apareciendo, no de forma casual, en la casa de Aliide. La relación entre la anciana Aliide y la joven Zara pasará de la desconfianza a la complicidad a través de unos diálogos parcos excelentes y unas deducciones de cada cual sobre los comportamientos mutuos sin desperdicio alguno. Impresionante la descripción, con pocos y efectivos trazos, de las estrategias de captación y comportamiento posterior de los tratantes de mujeres. Asimismo, la autora consigue, sin necesidad de explicitarlas, que el lector capte e imagine las técnicas “de interrogatorio” soviéticas sobre las mujeres, llevadas a cabo por vecinos “normales” a los que reconocerán, después, en el ejercicio de sus profesiones habituales, haciendo que el miedo y la humillación se prolongue de por vida, al reconocer una voz en una sala de espera, o el ruido de unas botas al pisar la calle o la mano peluda de un hombre al intentar un saludo.
Sofi Oksanen escribió esta novela con 31 años. Ha dado muestra de una madurez literaria extraordinaria al abordar un tema tan difícil como el de una sociedad enferma descrita desde los avatares de unas pocas personas. La supervivencia en algunas circunstancias facilita la traición, relaja la ética y hasta hace tolerable al crimen.
Estuve en Tallin el año pasado. Me pareció una ciudad primorosa, de habitantes amables de fácil sonrisa. Sí que advertí su animadversión hacia los rusos. Es difícil perdonar el cultivo de la desconfianza dentro de tu comunidad y más difícil aún superarlo. El tiempo tiene trabajo por delante.
Una lectura muy interesante.

1 comentario:

  1. Muy buen comentario sobre el libro que leí hace algunas semanas. Ayudó a refrescar tanta emoción e información que dejó esta excelente novela.

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