viernes, 14 de abril de 2017

"El monarca de las sombras", de Javier Cercas

Edita Random House, 2017.
Javier Cercas, autor
281 páginas.
20,90 €, en papel.

La última novela de Javier Cercas da para el debate. El monarca de las sombras toma como hilo vertebrador del argumento la reconstrucción de la vida de Manuel Mena, nacido en Ibahernando, un pueblo mísero de Extremadura, falangista a los 17 años y muerto en la batalla del Ebro a los 19, convertido por su familia en héroe, una forma de consuelo y, en este caso, algo más. Porque Manuel Mena era el tío abuelo de Javier Cercas y éste, como autor y persona pública posicionada en contra del golpe que provocó la guerra civil, siente la necesidad de aflorar esta historia familiar que había mantenido oculta hasta ahora. Como ocurría con El impostor el autor necesita justificarse ante el lector por escribir esta novela, al sentirse responsable de lo que hicieron sus antepasados, una cuestión discutible.
Portada
Javier Cercas lleva a cabo su empeño de forma un tanto enrevesada porque la historia está contada por dos narradores. El primero, llamado Javier Cercas, es el encargado de los capítulos impares, habla en primera persona y asume el papel del literato en busca de documentación para una novela sobre su tío abuelo y abunda en detalles sobre las personas a las que entrevistó, los escasos testigos vivos de su existencia, los viajes a Ibahernando, alguno acompañado por David Trueba, y hasta la visita la casa en Bot (Lérida), hospital para oficiales en 1938 y donde murió Manuel Mena. Se permite elucubrar, ponerse en la piel del protagonista, imaginar sus sentimientos, su seducción por Falange al principio, su decepción posterior ante los horrores de la guerra. El segundo narrador, que también se llama Javier Cercas, se ocupa de los capítulos pares, y es una voz que pretende objetiva, incluso llega a afirmar “no soy un literato y no puedo fantasear, sólo puedo atenerme a los hechos”. De esta forma introduce, deliberadamente, la confusión en el lector que en su mente identifica al autor con los dos narradores y compone un libro que mezcla elementos propios de la novela con con otros del ensayo histórico. Los personajes, incluidos los narradores, adoptan nombres que coinciden con los reales.
En cualquier caso, Javier Cercas, muestra una habilidad narrativa extraordinaria y salva su principal escollo, el escaso material novelable generado por un joven de 19 años, convirtiendo su historia individual en otra colectiva, la del primer Tabor de Tiradores de Ifni, regimiento al que lo destinaron, una unidad de choque, en la que consiguió llegar a ser alférez y fue herido en varias ocasiones hasta encontrar la muerte. El libro es, también, un texto sobre batallas militares, producto de una investigación, contadas con excesivo detalle.
Hay más temas incluidos a lo largo de la novela: el análisis sociológico de Ibahernando y las causas del odio, el antibelicismo que impregna el texto, el origen de las leyendas, el desarraigo que produce la emigración (la familia de Javier Cercas acabó asentándose en Cataluña), la importancia de las mitologías para comprender y aceptar los hechos como la muerte.
El monarca de las sombras es un libro que volveré a leer más adelante, porque, a pesar de algunas objeciones (repeticiones machaconas, descripciones demasiado detallistas), me ha interesado y lo he disfrutado. El último capítulo, muy hermoso y lleno de lirismo. Me agrada la prosa de Cercas, me gusta que haya destripado el proceso de escritura de este libro, he aprendido con él y, por supuesto, discrepo de algunas críticas malévolas que han acusado a su autor de intentar blanquear su árbol genealógico. Nada más lejos de la realidad, desde mi modesta opinión.
Una lectura muy recomendable.

María García-Lliberós

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