lunes, 16 de abril de 2012

"Trifulca a la vista", de Nancy Mitford


Traducción de Patricia Antón.
Introducción de Charlotte Mosley.
Editorial Libros del Asteroide, 2011
237 páginas.
De Nancy Mitford había leído “A la caza del amor”, una novela entretenida con agudas observaciones sobre la familia de un terrateniente inglés en la época de entreguerras. Algunos críticos, con exagerada benevolencia, situaron a la autora en la senda de Henry James por su capacidad de observación social -lo que me indujo a leerla pues soy devota de Henry James- pero sus personajes carecen de la hondura psicológica de los de éste y su prosa de la densidad suficiente para soportar con éxito una comparación. A su favor tiene que su lectura es más divertida.
La reedición, setenta años más tarde, de “Trifulca a la vista”, publicada por primera vez en 1935, ha venido precedida por la divulgación de los motivos que llevaron a su autora a impedir su venta en 1951, relacionados con su contenido de parodia política del fascismo y los problemas familiares que le depararon. Nancy Mitford era cuñada de sir Oswald Mosley, el líder de la Unión Británica de Fascistas, e inspirador de uno de los personajes de la novela. Precisamente, la autora de la introducción, Charlotte Mosley, sobrina de Nancy, muestra los elementos que rodearon la escritura del libro y sus consecuencias en el enrarecimiento de las relaciones de familia. Este hecho de libro vetado a los lectores durante décadas, ha sido bien aprovechado por la editorial española para crear en torno al mismo un misterio y unas expectativas que el lector verá defraudadas.
Noel Foster, joven de buena familia pero sin rentas, se propone casarse con una chica rica y cuenta con el apoyo de Jasper Aspect, amigo abusón e indispensable. Dos granujas que entienden el amor como una emoción inmoral y antisocial. El objetivo se concretará en conquistar a Eugenia Malmains, bella jovencita, heredera de una inmensa fortuna y admiradora de Hitler que está en contra del Parlamento y las instituciones y ha decidido hacerlo público en mítines improvisados en la plaza del pueblo, invitando a la rebelión y propugnando para Inglaterra el socialunionismo, un partido que se define en contra de los no arios, los pacifistas y los comunistas. Una ideología de una simpleza que espanta, y un auténtico peligro. Con estos mimbres, la autora enhebra, lejos de una novela política, una comedia ligera de enredos disparatada, que resiste mal el paso del tiempo, con personajes frívolos, superficiales, snobs y ociosos que compiten entre sí para ser ingeniosos.
Mitford nos muestra una sociedad clasista con un concepto de la respetabilidad llena de prejuicios, en las que las personas no se pueden separar de su status social y en la que aparecen ideas como que la civilización requiere de las desigualdades o que corren tiempos duros para los millonarios. Poco convincente y, en ocasiones, la parodia se exagera tanto que hasta pierde la gracia.
María García-Lliberós

Reseña publicada en POSDATA, suplemento cultural de LEVANTE-EMV, el viernes 20 de abril de 2012.

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