colección Ardanzas, 2013 (1ª edición epub)
256 páginas.
18,00 €, en papel; 7,99 € en electrónico.
Es evidente lo listo que ha sido Petros Márkaris (y la editorial que lo publica) al utilizar el género negro para mostrarnos los estragos que la crisis ha producido en la sociedad griega. Esta fórmula que combina características de la de novela social con otras propia de la policíaca, ha sido un éxito de ventas, especialmente en España que ve las orejas al lobo todavía griego. Pan, educación libertad es la quinta entrega, si no me he despistado, de la serie que protagoniza el comisario de homicidios Kostas Jaritos y su encantadora familia, porque la familia de Jaritos va a ser el ejemplo que toma el autor para explicarnos las estrategias de supervivencia ideadas por las amas de casa ante las imparables disminuciones de renta.
Esta novela se escribió como muy tarde en 2013, antes por tanto de las últimas negociaciones del gobierno griego con la Unión Europea, pero ya con la nación hundida en un pozo sin fin de frustración y miseria. Se adelanta a los acontecimientos e imagina un escenario a 1º de enero de 2014, fecha en la que se inicia el relato, con un país que sale de la economía del euro para regresar a la del dracma, con todas las consecuencias que ello conlleva. El miedo se agudiza, pues instalado llevaba un tiempo, en el centro social. Junto al miedo se acrecienta la desesperanza y la solidaridad, y también la sed de venganza de una generación joven y sin futuro que responsabiliza a otra mayor, o a personas individuales de esa generación, de ser los causantes, con su enorme ambición, del estropicio.
Empezarán a aparecer cadáveres, en este caso tres identificados con los conceptos del título de la novela, y se plantearán las hipótesis de un asesino en serie, o de un grupo terrorista. Los lectores de Márkaris comprobarán que el esquema es similar a sus anteriores relatos. Interesantes, en este caso, los episodios históricos que cuenta relativos a la época de la dictadura de los coroneles, el encierro de la Politécnica en 1965, la represión con más de 200 muertos y muchos heridos, las torturas policiales posteriores y el nacimiento de los conocidos como generación de la Politécnica, formada por los supervivientes, unos héroes a los que se les atribuye la caída del régimen y que, por lo visto, no supieron administrar con sabiduría, justicia y solidaridad su victoria.
En definitiva, una novela ideal para el verano. Distrae, instruye y te hace reflexionar sobre su comparación con la realidad española, proporcionando temas de debate en cenas con amigos. Una prosa funcional sin mayores pretensiones.
María García-Lliberós
María García-Lliberós
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