martes, 3 de marzo de 2020

"María Cambrils. El despertar de la conciencia", de Ana Noguera. (Poemario)


Olé Libros, 2019.
Texto de la presentación del poemario en el Espai d'Igualtat de Alfafar (Valencia), el 02.03.2020, organizada por la Asociación Mujeres en marcha.
Concha Prieto (coordinadora), Ana Noguera y María García-Lliberós
Ana Noguera es doctora en Filosofía y muchas cosas más. Ha sido concejala del Ayuntamiento de Valencia, diputada en las Cortes Valencianas, en la actualidad es miembro del Consejo de Cultura, siempre por el partido Socialista, porque Ana es una mujer comprometida, luchadora por sus ideas y generosa compartiendo su tiempo. Ha escrito novelas y ensayos, artículos periodísticos que desmenuzan la actualidad política y, además, es poeta. Escucharle declamar sus poesías es un auténtico placer y hoy, confío, tendrán oportunidad de verificarlo. Pero, por encima de todo, Ana Noguera es una amiga y una mujer consciente de su género, feminista y femenina, decidida a hacer justicia a las mujeres inmerecidamente olvidadas, como María Cambrils que ha inspirado este poemario.

Vivimos en una época favorable a las mujeres, como nunca antes, a pesar de las enormes diferencias que existen con los hombres en lo que hace a remuneraciones económicas (igual trabajo, igual sueldo) y a reconocimiento social. Nos lo hemos ganado a pulso, nadie nos ha regalado nada, y somos nosotras, en primer lugar, las que debemos trabajar para sacar del armario la legión de mujeres que merecen tener su lugar en la memoria de la Historia. Yo desconocía a María Cambrils, por ejemplo, no sabía nada de su paso por este mundo, ni de su trabajo, ni de sus artículos periodísticos, ni de su pensamiento y su lucha por dignificar la vida de las mujeres. Y ahora sé quién es, puedo sentirme orgullosa de la huella que dejó, y se lo debo a Ana Noguera que ha contribuido a que se le haga justicia. Y lo ha hecho a través de la poesía, el más hermoso homenaje que María Cambrils hubiera podido soñar.
Los novelistas admiramos a los poetas por su capacidad de síntesis. Un poema no deja de ser un relato, esto es, una historia que exige al lector un trabajo de interpretación. Es como un mensaje cifrado, misterioso. La poesía demanda intensidad al lenguaje, precisión. Las emociones se estrujan para que quepan en una palabra, en un verso que tenga la capacidad de estremecernos. Los novelistas podemos permitirnos el lujo de explayarnos en describir circunstancias, personajes y situaciones, pero los poetas no, porque la síntesis es la esencia del género.
 En María Cambrils. El despertar de la conciencia hay 39 poemas inspirados en esta mujer nacida en Valencia, en el barrio de El Cabañal en 1878 y muerta en Pego (Alicante), en diciembre de 1939, recién terminada la Guerra Civil. Una mujer autodidacta, de clase trabajadora, hija de obrero y madre analfabeta, que llegó a publicar, en 1925, un libro con el título Feminismo socialista, sobre los derechos de las mujeres, prologado por Clara Campoamor, y escribió decenas de artículos e impartió conferencias para cuestionar el papel de la Iglesia en la sociedad, explicar la vinculación entre socialismo y feminismo, defender el voto femenino, identificar los enemigos de la mujer, o manifestarse por cuestiones relativas a la enseñanza, el divorcio o las relaciones laborales en el sector agrícola. Una mujer que vivió sin miedo o que consiguió vencerlo, asumiendo riesgos en una época en que se pagaban muy caros, valiente, y que trabajó para abrir caminos que condujeran a una mayor igualdad.
Este poemario está escrito para que nuestra generación se entere de la huella que dejó María Cambrils en este mundo, y por una persona que se siente reflejada en ella, que la considera su compañera, a pesar de que sobre la obra y la vida de María Cambrils, Ana Noguera pose una mirada, llena de admiración, amor y gratitud, formada cien años más tarde. Encontramos en esa mirada indignación por el silencio con que la rodearon predecesor del olvido, tan solo por ser mujer, pues no ocurrió con otros compañeros masculinos de méritos similares. Encontramos también dolor, contextualización histórica, conciencia política y denuncia social. ¡No queremos piedad sino justicia! Con este verso comienza uno de los poemas más significativo del libro.
La poesía es un género que no admite la neutralidad ni la objetividad pues se alimenta de emociones y la medida de su éxito se encuentra en el grado en que estas son asimiladas y comprendidas por el lector. Si este las hace suyas, la partida está ganada. Y les aseguro que en este caso es un triunfo compartido de la homenajeada y de la autora, y les invito a comprobarlo por ustedes mismos decidiéndose a abordar su lectura y gozar con ella.
Yo no soy poeta, soy novelista, no entiendo de métrica ni de la técnica de la versificación, pero puedo decirles que la poesía de Ana Noguera suena bien al oído, tiene la armonía necesaria para que penetre en nuestra conciencia provocando curiosidad, reflexión y ansia por desvelar su misterio. Por eso, como una lectora más, prefiero hablarles del mensaje y el pensamiento que se esconde detrás de sus palabras.
El título del poemario merece algún comentario: María Cambrils. El despertar de la conciencia. Un despertar que va unido a su “ser socialista”. En 1924, ya en el partido, escribió en una carta a una amiga la siguiente reflexión: jamás hubiese oído hablar de Socialismo a ninguna de mis amigas, de mis conocidas, que hoy siguen lo mismo que ayer: sin darse cuenta de que son consideradas como bestias, sin ningún derecho, como objetos del mobiliario, como bártulos acopladas al menaje de las cocinas. Palabras fuertes, altas y claras, para despertar conciencias. Pequeños y oportunos textos como este de María Cambrils se intercalan entre los poemas de Ana y nos permiten detectar la energía de su personalidad y asomarnos a la lucidez de su mente.
El poemario sigue de alguna manera el curso de la biografía de María Cambrils resumida al final a la manera de un epílogo. Ana Noguera manifiesta sus intenciones en el primer poema titulado Sobre tiLa autora se centra en los sentimientos que provoca el silencio, el miedo, el olvido impuestos a la España vencida. Son unos poemas que rezuman dolor, en los que se dirige a la “veterana compañera”, porque sabe que en su recuerdo encontrará comprensión y firmeza. Me ha gustado especialmente el titulado Mujer tenías que ser.
El conjunto es un libro entrañable hecho para el placer de la mirada y, también, un artefacto eficaz para despertar las conciencias de los lectores porque la evidencia de las injusticias irritan, enardecen y, finalmente, el conocimiento que transmite justifica e impulsa la acción. Una obra que pide una lectura tranquila para digerir cada verso, descifrarlo e interpretarlo, deleitarse con su estética y desentrañar sus secretos.
Confío que mis palabras les haya inculcado, por lo menos, curiosidad para acercarse a la pareja María Cambrils-Ana Noguera que tanto tienen en común a pesar del siglo que las separa.

María García-Lliberós.