domingo, 4 de agosto de 2019

"Tus pasos en la escalera", de Antonio Muñoz Molina.

Editorial Seix Barral, 2019.
322 páginas.
19,90 € en papel; 12,99 € en electrónico.

Antonio Muñoz Molina
     








     A este libro le perjudica la publicidad que la editorial ha conseguido colocar a través de los medios, previa al lanzamiento, sobre que Antonio Muñoz Molina volvía a la novela de su primera época, la de El invierno en Lisboa, Beltenebros, y otras maravillosas, novelas con acción argumental densa y que provocan gran tensión lectora. No es así. Tus pasos en la escalera es una novela intimista, psicológica, en la que suceden pocas cosas, contadas con lentitud, por un narrador minucioso, maniático, del que pronto el lector sospecha su desequilibrio mental convirtiéndose, por tanto, en un relator poco fiable, en el sentido de que lo que cuenta puede ser real o producto de su imaginación trastornada. Aunque esto importa poco. En definitiva una novela es siempre una mentira que contiene muchas verdades. 
     Tus pasos en la escalera es la historia de una espera. Nos la cuenta Bruno en primera persona quien se ha trasladado de Nueva York, donde ha residido durante diez años, a Lisboa. Allí espera reencontrarse con Cecilia, su esposa, la mujer que ama y con la que está obsesionado. Prepara el nuevo hogar, reproduciendo con la mayor exactitud posible el apartamento de Nueva York, sin que falte nada de lo que le gustaba a ella, y comienza una rutina acompañado solo de una perra. Ambos esperan a Cecilia juntos. 
     En esta novela, como en otras anteriores, la narración atiende a dos planos. Por un lado, el interior de Bruno, su sentimiento de soledad y de fracaso -ha sido despedido de su trabajo en una empresa neoyorkina de malos modos sin que el lector sepa los motivos- y por otro, las reflexiones del narrador sobre el mundo en general, sobre los estragos de la crisis de 2008, sobre el capitalismo rampante y la falta de ética pública y privada, sobre las multitudes y las prisas a que nos conduce la forma de vida moderna, sobre cierto absurdo de vivir y la extrañeza que nos invade cuando nos hacemos preguntas transcendentales. Cecilia, cuya presencia en la novela es a través de la mente de Bruno y, conforme avanza esta, el lector se pregunta si realmente existe o se trata de una ilusión, por el contrario, es una triunfadora, una neuro científica que experimenta fríamente con el cerebro de ratones para localizar los impulsos de la memoria y del miedo, lo que permite al autor disertar sobre un tema interesante, aplicable a él mismo y a cualquiera de nosotros. Cecilia viaja por el mundo entero solicitada para participar en importantes congresos internacionales, gana dinero, más que él, introduciendo de esta forma un tema de enorme actualidad: el éxito de la mujer como factor de desequilibrio en un matrimonio.
     Los escenarios: Nueva York, a través de los recuerdos de Bruno, y Lisboa a través de los que nos cuenta de su nueva cotidianidad. Ambos descritos con la prosa deliciosa de Antonio Muñoz Molina, aguda, deteniéndose en detalles significativos que pasan sin pena ni gloria para la mayoría y que con su lectura tenemos el placer de participar de su sensibilidad.
     Tus pasos en la escalera gustará a lectores pacientes, pues la impactante tensión psicológica que se anuncia en la primera frase de la contraportada se hace de rogar, el relato es moroso, llega tarde y se resuelve con demasiada rapidez. Sin embargo, la novela está llena de pensamientos ricos en matices, sutiles, y sospecho, incluso, que puede disfrutarse más con una segunda lectura. Muñoz Molina es mucho escritor.
     María García-Lliberós