Traducción de José Antonio Soriano Marco.
128 páginas.
12,50 €. ebook: 5,99 €.
El señor Linh es un anciano que, obligado por la guerra, huye de su aldea con su nieta Sang Diu, una bebé y única superviviente junto con
él de su familia. Llega en un barco de refugiados a un país nuevo, cuya lengua no entiende y cuyos olores no reconoce. Se dejará conducir a una casa de acogida y atender por los servicios sociales y resistirá por su nieta, de la que no separa jamás, los sentimientos de soledad y desamparo. El señor Linh conocerá al seños Bark, gordo y empedernido fumador y, a pesar de que ninguno de los dos conoce la lengua del otro, el entendimiento entre ellos y la amistad fluirá como un manantial de agua clara y fresca para un caminante exhausto.
él de su familia. Llega en un barco de refugiados a un país nuevo, cuya lengua no entiende y cuyos olores no reconoce. Se dejará conducir a una casa de acogida y atender por los servicios sociales y resistirá por su nieta, de la que no separa jamás, los sentimientos de soledad y desamparo. El señor Linh conocerá al seños Bark, gordo y empedernido fumador y, a pesar de que ninguno de los dos conoce la lengua del otro, el entendimiento entre ellos y la amistad fluirá como un manantial de agua clara y fresca para un caminante exhausto.
El final es sorprendente y añadirá mayor sentido a este relato mágico que nos viene a decir que la humanidad y el amor están por encima de la cordura, y que la bondad ocupa un lugar de privilegio en nuestras vidas cuando viene a aplacar la desesperación.
Esta lectura que nos devuelve la esperanza, descansa en una prosa bellísima, poética, en la que cada palabra ocupa, exactamente, el lugar que le corresponde.
No perdérsela.
No perdérsela.