viernes, 24 de febrero de 2012

"El juego de los espejos", en edición electrónica

"El juego de los espejos", de María García-Lliberós
Edición electrónica de 2012 (texto revisado en febrero de 2012)
Diseño de la portada para la edición electrónica: Rodrigo Muñoz.

"El juego de los espejos" es mi primera novela larga, publicada en 1996 por la editorial Nadir Libros y, hasta cierto punto, una rareza en el conjunto de mi obra pues se aleja del universo de lo íntimo y toma elementos del género negro (un asesinato, un detective, una investigación) para reflejar la sociedad actual -dominada por el culto a la imagen, el éxito entendido como acumulación de poder y dinero, la violencia, el delito, la falta de ética, el desprestigio del pudor- y ocuparse del mundo laboral y familiar. Es una novela de pícaros, impregnada de cinismo -porque cínica era la sociedad de finales del siglo XX, preludio del paroxismo de cinismo que caracteriza, de momento, al siglo XXI- en la que el humor juega un papel esencial.

La crítica dijo:
"El juego de los espejos" es un fresco de malversaciones éticas contado con un lenguaje funcional y preciso, que no explicita ningún tipo de trasnochada denuncia o actitud moralista. María García-Lliberós se limita a fabular y que el lector saque sus propias conclusiones. Los personajes en su sórdida grisura se salvan y llegamos a comprenderlos gracias al desapasionamiento con que son tratados. Una indulgente ironía, carente de tentaciones maniqueas, los ubica en su justo lugar: son como son en la medida que una sociedad dislocada los ha conformado así y su comportamiento es el correlato de esa malversación social. Relato ágil, dotado de un consumado sentido de la intriga. "El juego de los espejos" recuerda lo que ya sabemos, que en esta sociedad de hipocresías, en la cual se mezclan al mismo tiempo amor y codicia, lucidez y locura, el criminal, a veces, gana, aunque el precio a pagar sea la alienación y un desasosiego permanentes. La ambigüedad conforma toda la novela y le presta esa pátina de voces y sugerencias de la que sólo están tocadas aquellas obras de ley. (Rafael Coloma, nº 10 de la revista literaria El Monográfico).

El juego de los espejos puede ser descargado desde Amazon, por algo más de 3 €, pinchando aquí.


Otras novelas de la autora en Amazon, para e-book:
"La encuestadora"
"Babas de caracol"

domingo, 12 de febrero de 2012

"Discordancias", de Elena Casero


Ed. Talentura, 2011.
157 páginas.


El relato corto goza de buena salud y como muestra, valga este libro que reúne 19 que van desde la media página hasta las veinte, el más largo. Ha sido lo primero que leo de Elena Casero, escritora valenciana (1954) que posee tres novelas publicadas con anterioridad y aborda ahora el género breve.
Enseguida llama la atención su prosa, culta y sencilla, suelta, limpia de adverbios, sin abusar de adjetivos, con ritmo, que se adapta bien a situaciones trágicas, humorísticas, o incluso fantásticas, algo que genera de inmediato una buena disposición del lector hacia las historias que nos cuenta. Éstas, en general, resultan imaginativas, mordaces, con cabida para la ironía y la reflexión desde la lucidez y el escepticismo.
La mayoría de los relatos están contados en primera persona, ya sea hombre o mujer, y aunque resultan adecuados a todos los lectores, la temática que se aborda gira en torno a las preocupaciones de las féminas en su vida cotidiana. La incomunicación o ignorancia del otro en las parejas estables, la convivencia por inercia como fuente de insatisfacción hasta que algo, en apariencia nimio, puede hacer que salte por el aire.
La muerte es otro asunto que sobrevuela en el imaginario de Elena Casero. Destaco el relato “Teoría del suicidio”, en el que a partir del aforismo de Cioran –vivir es ir perdiendo terreno- la autora construye un cuento intenso, tal vez el mejor del conjunto, introspectivo, con hondura de pensamiento, sobre la felicidad, la infelicidad y sobre la lógica de las bondades del suicidio, decisión personal de la que no hay que dar cuenta a nadie.
“El pañuelo de hilo”, relato de media página que consigue el efecto de una bofetada en pleno rostro, refleja la crueldad humana y las contradicciones derivadas de nuestra sensibilidad. En “La niña Flora” un narrador masculino recrea su primera visita a un burdel. Entre metáforas poéticas y realidad de bragueta, la autora, con osadía, se mete en el interior de los sueños varoniles. En “Lentejuelas y carmín”, segunda parte más lograda de “La mancha”, nos describe la sensación de irrealidad que llega cuando se comprende el sinsentido de una vida junto a los que creías tuyos y muestra que la nostalgia, de madre o de cariño, puede provocar insospechadas afinidades afectivas.
Estamos ante un libro variado y sutil, que no decepciona y una autora, Elena Casero que, con él, abre expectativas positivas respecto a su futuro literario.

María García-Lliberós

Reseña publicada en POSDATA, suplemento cultural de LEVANTE EMV, el 17.02.2012